Surge, se despliega, la obra pide ser y nosotras tenemos que afinar la escucha para que sea...
La estructura mandálica, en 12 fases, nos ordena y nos señala el camino.
Liliana convoca textos que se complementan y dialogan con los que escribo en soledad.
Sé que es un dejarse empapar de texturas invisibles y desde ahí hablar.
Y ella entiende lo mismo. Pero además le pone el cuerpo para que la atraviese una historia
que está escrita desde siempre y qué sólo necesitamos entender cómo contar.
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